Stand by me. Los refugiados sirios y Europa
Hace muchos años que viajo, atenta siempre a aquellas situaciones que se dan cuando menos se esperan, y que se repiten a la vuelta de cada esquina, en cada pueblo, ciudad, país, continente… A menudo he creído encontrar al otro lado del mundo a alguien que vive en mi barrio, con otros rasgos, de otra raza. Niños y adultos cantan canciones con las mismas ganas en distintos idiomas. Como ejemplo, un vídeo sobre cantantes callejeros que circula por Youtube que ha venido a parar a nuestro Descansillo.
Y es que las gentes juegan, trabajan, sufren, esperan, se divierten, y los gestos de unos continúan en los otros que, a miles de kilómetros, hablan, leen, discuten, venden, rezan o descansan.
Las fronteras políticas también levantan alambradas mentales; quizás, y ojalá, Stand by me (Cuenta conmigo), sirva para ayudar a respetar y amar la diferente similitud porque ella está en nosotros mismos. Esos hombres y mujeres a los que miras y escuchas eres tú.
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