La noche más oscura
Lo que queda meridianamente claro sobre el cine de la realizadora Bigelow es que jamás se arredra ante los temas que rueda. Arriesgada, se enfrentó con Le llaman Bodhi hace muchos años y, con ella, obtuvo un gran éxito. Detrás de ésta vinieron muchas otras y, tanto ojo clínico, le valió un Oscar en 2009 a la Mejor Dirección por En tierra hostil; una película, sin duda dura, inquietante y extraordinaria, no sólo por el tema elegido sobre militares especializados en desactivar bombas, sino, además, por ser la primera ocasión en que una mujer recibía el reconocimiento de la Academia, en ese mundo cinematográfico tan lleno de hombres, en los que siempre recaía la estatuilla.
En La noche más oscura, se adentra en la búsqueda de Osama Bin Laden y en lo que conllevó su aniquilamiento, además de todos aquellos que le rodeaban: mujeres, niños y guardaespaldas. La tensión de la cinta es espectacular. El enfoque sobre los hechos no puede ser más llamativo.
La intensidad de la búsqueda, los personajes en torno a la trama aniquiladora, el ritmo de la acción sin respiro. El desencanto en aquellos que quieren agilizar el proceso (como la agente Maya, papel encarnado por Jessica Chastain, ganadora del último Globo de Oro a la Mejor Actriz), rompe los nervios a los espectadores y, lo más interesante bajo mi punto de vista: en los dos bandos hay depredadores, mucho odio y muchas ganas de borrar del mapa al enemigo.
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