El activista Caballero Bonald. Entrevista

Ha muerto nuestro escritor comprometido, José Manuel Caballero Bonald, que en 2.009 fue Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca, reconocido como «uno de los grandes artistas de la lengua española». Habló en Radio Reciclamentes sobre el urbanismo salvaje y la irracionalidad de destruir lo bello. En su conferencia dentro del seminario que dirige en la Universidad de Cordoba, José María Montero, un pionero del periodismo medioambiental, y que patrocina la empresa pública que gestiona los Residuos Radiactivos, Enresa, Caballero Bonald habla de los atropellos urbanísticos y la corrupción. El escritor destaca como símbolo de esta aberración, la urbanización en expansión de Matalascañas, hiriendo de muerte silenciosa a Doñana. El acuífero del parque desaparece para dar agua a ese «tumor urbano», en detrimento de la naturaleza y nadie le pone coto. «El desarrollo sostenible, ese término ambiguo, puede tener sus trampas —añade Caballero Bonald—. Lo que está ocurriendo en Doñana es un símbolo de lo que está sucediendo en otros muchos lugares. Pero yo no encuentro otra forma de intervenir en esta situación que utilizando mi palabra, que tiene mucho eco», afirma como escritor comprometido.

Su libro Ágata ojo de gato es el más representativo de ese compromiso con el territorio, con un espacio emblemático como es el coto de Doñana, uno de los Parques Nacionales más importantes de Europa, relata a través de sus primeros habitantes, en un lenguaje muy barroco, las vivencias del encuentro con ese paisaje primitivo de marismas, dunas y bosque mediterráneo. Crecemos ligados a los ecosistemas y su fauna y en la medida que los perdemos, el ser humano se empobrece. «…alarmados a la vez por la estática pesadumbre de la victimaria y la atroz ejecución de la víctima». Señala el escritor en el capítulo donde la protagonista Manuela se enfrenta a un cachorro de lince y le da muerte, es un resumen de la reciente historia de esta especie en peligro de extinción, que por culpa de la conducta del hombre desaparece de la faz de la tierra.